La
construcción social y política del medio ambiente,
de José Luis Lezama, El Colegio de México, México, 2004, 277 p.
Gustavo
Meixueiro Nájera
¿Cuál
es el proceso sociopolítico mediante el que un problema se convierte en
preocupación pública? ¿Por qué persiste la contaminación atmosférica en la
ciudad de México a pesar de los esfuerzos gubernamentales para resolver el
problema?
Estas
preguntas son las que José Luis Lezama, titular del Centro de Estudios
Demográficos y de Desarrollo Urbano de El Colegio
de México, se plantea en la construcción social y política del
medio ambiente.
La
hipótesis central que desarrolla el autor sostiene que existe una construcción
social y política de los problemas ambientales en la ciudad de México, y que
las diferentes percepciones de los actores no son plenamente incorporadas en
los programas gubernamentales, lo cual potencia su fracaso, ya que la población
no se identifica con ellos y los ubica como algo ajeno y lejano.
Para
que la sociedad reconozca la existencia de un problema se requiere su
legitimación, es decir, demostrar mediante argumentos y datos que es real. El
autor, retomando a Cynthia Enloe, menciona que para que los problemas sean reconocidos
deben ser presentados de manera alarmante para atraer la atención de los
medios, del gobierno y generar un sentimiento de amenaza en la población
(Enloe, 1975, citada por Lezama, 2004, 38).
Lezama
explica que las condiciones para que los problemas ambientales emerjan son
generadas por su magnitud, por el daño que provocan y por el nivel de alarma
que provocan en la sociedad, pero su reflexión y el análisis para su solución
depende de si son concebidas como demandas sociales prioritarias o no.
Sugiere
que aunque los científicos determinen niveles de contaminación ambiental que
ratifiquen la presencia de un problema, la gente no tiene el conocimiento
requerido para entender asuntos como la destrucción de la capa de ozono o el
calentamiento global, y agrega que para que el colectivo identifique la
contaminación del aire como una prioridad, se requiere que la gente tenga una
imagen común de la magnitud del problema ambiental y de su repercusión en la calidad
de vida de las personas.
Para
el autor, el surgimiento de problemas ambientales como hechos de conciencia
social, pasa por un proceso de valoración en el que la percepción del riesgo y
el reconocimiento de la contingencia son procesos diferentes de la existencia
física y del daño real que representan, el cual aparece como resultado del
activismo de grupos ambientalistas, de la difusión de los medios de
comunicación, de la información generada por especialistas o por el grupo de
personas directamente afectadas, y sólo de esta manera pueden tener la
capacidad social y política de ejercer presión e influencia sobre las
autoridades gubernamentales.
Para
la construcción social y política de la contaminación ambiental de la ciudad de
México, José Luis Lezama analiza una serie de entrevistas realizadas a diversos
actores sociales donde recolecta información sobre la forma en que la gente
vive el problema. Para el desarrollo de la investigación tomó en consideración
la percepción y opinión de funcionarios públicos responsables de lidiar con problemas
ambientales, académicos, empresarios, activistas, representantes de organismos
internacionales y de partidos políticos.
La
investigación desarrollada mostró que existen dos maneras de explicar el
surgimiento de la conciencia ambiental. Una que señala la magnitud del problema
y los daños directos como la razón del proceso de concientización, y otra que sostiene
que la preocupación de los problemas ambientales no es resultado de la magnitud
o de los daños que ocasionan, sino de los cambios en los valores y una
disposición de los individuos para percibir el problema.
De esta
forma, el autor presenta la manera en que la contaminación del aire es
construida para los diferentes actores involucrados. Para los funcionarios
gubernamentales, cuando la gente no estaba muy afectada por la contaminación
del aire, no la percibía como un problema, pero cuando comenzaron a sentirse
afectados, la conciencia emergió. Para el sector académico, la diseminación del
daño en la salud ocasionado por la contaminación surgió detrás de la
preocupación pública sobre el deterioro del medio ambiente. Para los
empresarios, la contaminación o cualquier fuente de daño ambiental no tienen existencia
real, ya que el problema ha sido magnificado por el discurso de los ecologistas
y de los partidos políticos.
La
mayoría de los ecologistas entrevistados comparte la percepción de que la
contaminación del aire representa una seria amenaza para la salud de la
sociedad y que la calidad de vida ha venido disminuyendo gradualmente. En
opinión de José Luis Lezama, los partidos políticos expresaron, al igual que
los activistas ecológicos, una percepción dramática del problema. Para estos
sectores, la contaminación del aire no necesita de una mediación cultural para
ser percibida, ya que aparece de forma natural por el deterioro ambiental que
ocurre en la ciudad de México. Por último, para los organismos internacionales
la contaminación es extremadamente severa y afirmaron que la influencia de sus representantes
no es requerida por los tomadores de decisiones para que la gente se vuelva
consciente del problema.
En su
análisis, el autor expone que los actores mostraron una variedad de
concepciones e ideas de cómo enfrentar y solucionar los problemas de contaminación
atmosférica. Las autoridades gubernamentales plantearon que la contaminación
atmosférica se podría solucionar por medio de ajustes y de una mejor
coordinación institucional, y se consideraron
como factor central en la solución del asunto; para los académicos es necesario
un compromiso social y gubernamental para resolver las causas del deterioro ambiental;
los activistas ambientales, al defender su papel como generadores de
conciencia, se identificaron como un grupo diferente y necesario, y al igual
que los partidos políticos, atribuyeron la responsabilidad del problema al
fracaso del gobierno para ejecutar regulaciones y al desempeño incipiente del
sector empresarial.
José
Luis Lezama argumenta que la forma en que los actores sociales perciben y
reconstruyen los problemas de contaminación del aire muestra que en México
existe una construcción social de la contaminación atmosférica, la cual debe
tomarse en cuenta para contribuir a que el problema sea entendido de mejor
forma por el colectivo y para un diseño más eficiente de las políticas y
programas gubernamentales.
Con
el desarrollo de la investigación, el autor sostiene que los programas gubernamentales
están elaborados a partir de una concepción predominantemente técnica de la
contaminación del aire, carentes de un análisis que incorpore la dimensión social,
y que la búsqueda de alternativas para enfrentar los problemas de contaminación
no pueden reducirse al planteamiento de soluciones técnicas.
Sin
embargo, el autor advierte que esto no implica ignorar o minimizar los aspectos
físicos o técnicos de la contingencia atmosférica. Además, concluye que los
diferentes actores involucrados no tienen una visión homogénea de la problemática
del aire.
José
Luis Lezama plantea que los programas gubernamentales para combatir la
contaminación atmosférica en la ciudad de México no incorporan la dimensión
social adecuada que complemente el análisis de los especialistas, lo que
repercute en una incapacidad para resolver el problema.
Menciona
que si el diagnóstico establece que la mayor parte del problema se origina en
la calidad de las gasolinas y en el número de automóviles que circulan,
entonces las alternativas de solución estarán enfocadas a mejorar el
combustible y a disminuir el número de vehículos; es decir, este enfoque
privilegia los aspectos técnicos, tanto en el análisis del problema como en su
atención, pero las conductas, valores, intereses individuales y colectivos,
estarán ausentes.
En
síntesis, La construcción social y política del medio ambiente resulta
un aporte útil tanto para estudiosos y analistas de los problemas en materia de
la contaminación atmosférica, como para los involucrados en el diseño de
políticas públicas encaminadas a solucionarlos. Los lectores darán cuenta de
que la manera en que los habitantes de una ciudad como la capital de la
república toman conciencia de los problemas ambientales depende en gran medida
de la forma en que éstos son percibidos por la población y de la voluntad
social de observarlos y resolverlos.
REFERENCIA
BIBLIOGRÁFICA
Enloe, Cynthia H. (1975), The Politics of Pollution in a Comparative
Perspective: Ecology and Power in Four Nations, McKay, Nueva York